dilluns, 27 d’abril del 2015

El poder -negativo- de la mente

Me operaban (de qué no es importante ahora).

Mi primera vez. Era operación ambulatoria, es decir, que luego, pa'casita que no estamos para gastar dineros en camas ocupadas.

Aterrada. Éso de que me seden era algo espantoso en mis peores pesadillas.

Me pasan a un box, en paños menores, eso sí, con una bata para bajitos, porque se me veía todo el muslámen y no hacía más que bajármela con el peligro de que se desgarrara el papel y me quedara en cueros…en fin…otra pesadilla colectiva.

Me hablan, me preparan psicológicamente, blablabla…que qué chica más nerviosa, blablabla…“Oye, mira, que te voy a pinchar ya”. Miro para otro lado (que no es pesadilla, pero por si acaso…). Llegan otros médicos y siguen que si blabla entre ellos.

Pensamientos tales como: aquí me van a operar??? en un box??? ah, ya noto cómo me entra el líquido…me quema…me quema!!! me arde  todo el brazo…está llegando al corazón…que no se me pare, POR DIOS!…ahora baja a la pierna…Me pesa la frente…no, no te duermas, NO!…me arden los ojos…me duermo…pero NOOOO, RESISTE!

- ...¿Estás bien?
- ….eh…sí.

Seguimos con los pensamientos negativos: debería haberles dicho que no, que esto no puede ser normal, que me está afectando mal la sedación…ay, la he cagado, no hay marcha atrás…que aquí me quedo, seca, pero seca!!

- Venga, que nos vamos a quirófano, levanta, te ayudo…
- Cuidado con el brazo…

Pensamientos: ay, el tubo, ¡¡¡que me lo arranca!!!!…me miro el brazo…Y descubro que sólo me habían puesto la vía. Nada de tubos, ni líquidos. SÓLO la vía. Tal cual.
Bueno, el resto no podía ser ni mucho menos peor…

Fuente: http://www.rafanadaltour.com/blog/?p=401

El poder de la mente es tremendo. Estoy convencida de que si consigo canalizarlo, podría hasta volar. O al menos, levitar.
Y, más o menos ésa es la idea de la corriente de la Psicología Positiva. De la que, sinceramente, no soy una ferviente defensora por la ausencia de resultados claros en las investigaciones independientes que la han puesto a prueba, que aseguran que no va más allá del posible efecto placebo. Sería  algo así como el Pensamiento Mágico de la infancia...

Vamos, que gracias al positivismo y la imaginación te puedes sentir estupendamente, aunque estés podrido.

Y éso siempre es mejor que estar podrido y sentirse podrido. De alguna manera lo imaginado repercute en el cuerpo bajo el influjo emocional. Y si te imaginas bien, te sientes bien. Y si te sientes bien, mejoras tu calidad de vida, tu actitud, y tu salud. 

...pero...si te sientes mal...si imaginas cosas negativas...si te encierras en las emociones paralizadoras...el cuerpo responde a ésas señales en consonancia. Aquello fue un ataque de ansiedad por una situación imaginada. Prefiero apostar por el Pensamiento Mágico, imaginar cosas positivas. Emocionarme en positivo. Sentirme...bien...Se puede elegir.

PD_La sedación es una borrachera leve, no tiene por qué dormirte, y no es angustiante. Por si te sirve para algo.

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