Vamos a amenizar el día con una charla espectacular de un niño de 13 años que abandonó la educación formal reglada (por deseo expreso de sus padres).
No podemos afirmar que todos los niños reaccionen así ante el hecho de abandonar la educación formal. Ni tan sólo defendemos a capa y espada esta tendencia. Pero es abrumadora la experiencia de un niño que realmente se muestra motivado por el aprendizaje de ciertos temas y aprende "porque quiere".
Es una oda a la motivación y creatividad, al esfuerzo que viene dado por un ímpetu interno, por una constancia real y buscada. Y es cierto que la educación formal y reglada en muchos casos coharta todas estas capacidades y motivaciones, por lo que muchos niños van saliendo del "sistema", y luego cuesta mucho volver a recuperarlos.
Existen diversos proyectos que ayudan a mitigar los efectos del fracaso escolar (del sistema formativo actual), al igual que se están introduciendo innovadoras técnicas para cambiar la educación desde dentro, en un momento en que las políticas educativas se encuentran muy cuestionadas, y a pesar de los recortes.
Por la formación de calidad nuestros niños y jóvenes.
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