dimecres, 28 de gener del 2015

Hablar en femenino


Ya hace unos años para acá se puso de moda una nueva y revolucionaria tendencia de usar el lenguaje en femenino. Convencida de que este uso consciente del lenguaje fortalecería el papel de la mujer en nuestra sociedad lo implanté en mis escritos.

Luego vino la oleada de los criterios de las entidades públicas (principalmente Administración Pública) del uso no discriminatorio en el lenguaje escrito, que contagió a las entidades y a todo aquel que tuviera contacto con la Administración Pública (o al revés, tanto es).

Paralelamente, el movimiento ciudadano, siempre por delante, acabó usando su propias normas lingüísticas para el lenguaje no sexista.

Y hoy, en enero del 2015, renuncio a formar parte de este absurdo que se nos va de las manos.

Cuando comenzamos este blog se habló del tema entre las personas que colaboramos en él, e incluso se llegó a retocar unas cuantas veces algún post...no sea que vayamos a herir sensibilidades al hablar de "lectores" en lugar de "personas".

A lo largo de mi experiencia (corta o larga, da lo mismo, al menos es rica) he visto y oido grandes esperpentos. Empezamos con el Queridos/as amigos/as. Continuamos con el Queridos amigos y queridas amigas. Evolucionamos junto con los escritos virtuales a Querid@s amig@s. Y con el movimiento ciudadano pasamos a escribir "en genético": QueridXs amigXs

Ésto, simplificándolo a la mínima expresión. Ahora trata de escribir un artículo, un informe, o un libro, siguiendo todas las reglas "inventadas" en pro de un lenguaje no sexista....Cambia el género por "persona" sin ser repetitivo hasta la saciedad...Escribes, lees, retocas, lees, retocas, retocas, retocas...y al final, ¿qué obtenemos? Perdemos tiempo, perdemos claridad y fuerza en el mensaje, y en definitiva, lo atractivo del lenguaje que puede hacer llegar el mensaje al lector.

Éso sí, seremos lo más políticamente correctos que haya existido jamás. Nadie te leerá, pero nadie podrá decir que eres hijo de una sociedad patriarcal y un machista.

Aquí me planto. Y me planto a raíz de una entrevista a la filóloga Carme Junyent, que no sólo me reafirmó en la idea de que es un absurdo, sino que me desveló que fue un error considerar que en nuestro idioma hablar de "lectores" fomentaba el patriarcado y el machismo instaurado en nuestra sociedad. Tanto el catalán como el castellano/español, acepta la forma neutral de manera general, global, y no como se malinterpretó, de manera masculina, machista, sexista. Otros idiomas no tienen esta virtud (otras lenguas sin género), por lo que hay quienes han visto necesario su reformulación para adecuarlo a las necesidades de la sociedad actual. Se nos pega todo lo de fuera.

Bibiana Aído, Ministra de Igualdad, en el 2008 se refirió a "los miembros y las miembras de la comisión" en una ocasión. Se armó un revuelo tremendo por tal barbaridad. Resulta que es un término aceptado. Pero aceptado o no, suena extraño, no suma ninguna información al mensaje, y, estoy convencida, que con tan sólo el "miembros" se habrían dado por aludidos tanto los hombres como las mujeres presentes y el mensaje habría llegado más fácilmente a los oyentes (y oyentas :))

Igual de chocante es escuchar a un hombre en una plaza con un megáfono hablando a la comunidad en términos femeninos: "¡Nosotras estamos a favor de la escuela pública y de calidad!". Esta fórmula se ha extendido al mismo tiempo que se han extendido los movimientos ciudadanos y las asambleas y reuniones reivindicativas. A esos hombres (y mujeres) les aclaro que no me ofendo si hablan de "nosotros", como especie, como ser humano. Que me identificaré con el mensaje, no con el supuesto género forzado que se incluye en él.

Y no me siento menos mujer, ni menos feminista, al usar términos neutros para generalizar. Si estos términos casualmente tienen la misma forma que el masculino no destruye el género del 50% de los que reciben el mensaje.

Es hora de simplificar para hacer llegar el mensaje. Cuantas más nosotras (referentes a personas), @'s, os/as, X y fórmulas nuevas que pongamos para evitar el genérico "masculino", más lejos estaremos de provocar el cambio o la impresión que queremos conseguir en nuestros lectores.

Sí, lectores. Y lectoras. Sin ninguna duda. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada